Actuación urbanística iniciada en la primavera de 1987, en una de las zonas más degradadas de Sevilla, por aquel entonces, “La Enrramadilla” ocupada por edificaciones precarias, cobertizos y asentamientos que albergaban talleres artesanales y pequeñas industrias, que terminó a finales de 1998, con su transformación en uno de los barrios más prósperos y cotizados de nuestra ciudad.